El hecho de que las mujeres a lo largo de los siglos hayan desarrollado su trabajo en el espacio definido como privado (doméstico) y que los hombres lo hayan desarrollado en el público, ha determinado que la configuración del espacio urbano se haya realizado teniendo presentes las necesidades de los hombres, que eran quienes tomaban las decisiones en este terreno, frente a las de las mujeres. Se hace necesario, por tanto, adoptar una nueva visión en la que se tengan presentes tanto las necesidades de las mujeres como las de los hombres a la hora de diseñar la organización de los espacios que componen nuestro municipio.

En el mencionado estudio de necesidades se comprobó que las calles, plazas y monumentos de Portugalete tienen mayoritariamente nombre masculino, por lo que la presencia de las mujeres a nivel simbólico está desproporcionada con respecto a la de los hombres. Este hecho ha motivado que dentro de las acciones que se desarrollarán en el área de urbanismo se haya elaborado una específica que recoge la necesidad de asignar nombre de mujer a las calles y plazas hasta igualar su número con las de nombre de hombre.

Así mismo hay que lograr que poco a poco se vayan eliminando todas las barreras arquitectónicas que dificultan el quehacer cotidiano que realizan las personas dedicadas al cuidado de personas dependientes y a las tareas domésticas. Esto hoy en día tiene un beneficio más directo para las mujeres, pero en un futuro cercano esperamos que pueda beneficiar a los hombres que se dediquen a estas tareas.

Con relación a los transportes públicos, se constata la necesidad de mejorar su funcionamiento y adaptarlo a las diferentes necesidades de las mujeres y hombres de Portugalete.