Un estudio desarrollado por el Foro de Consejos Sociales de las Universidades Públicas de Andalucía ha vuelto a poner de manifiesto la escasa presencia de mujeres en los altos cargos universitarios, lo que ha propiciado que algunos organismos públicos y privados demanden la puesta en marcha de políticas de igualdad que faciliten la plena incorporación de las féminas en todos los ámbitos profesionales y de gestión de las universidades.

El contraste es clamoroso si se compara con el sexo de los alumnos de las diferentes instituciones académicas. En la Universidad de Málaga, las mujeres son una amplía mayoría, en concreto, el 54,4% de todos los estudiantes. No es, sin embargo, el dato porcentual más elevado. La sevillana Pablo de Olavide es la que más féminas tiene en sus aulas (el 58,6%).

Si bien, la UMA es la única andaluza que tiene a una rectora, Adelaida de la Calle, como máxima responsable de la institución académica, sólo tres vicerrectoras le acompañan en el consejo de gobierno: Mercedes Vico, en Cultura; Ana María Sánchez, de Profesorado; y Ana Lozano, de Ordenación Académica. Los decanos o directores de escuelas universitarias son más, al igual que el número de profesores, que es también muy superior al de profesoras (65,6% frente al 43,3% de mujeres). Y menos del 17% son catedráticas.

Favorecer a la mujer. Las conclusiones del estudio, elaborado con datos del segundo cuatrimestre del curso pasado, llevan al Foro de los Consejos Sociales a considerar "imprescindible" la promoción explícita y pública de las mujeres "para favorecer su inclusión en los espacios profesionales y de toma de decisiones". Los Consejos Sociales finalizan su informe manifestando: "De ahí que la Universidad, como creadora de cultura y de transformación social, tiene la responsabilidad de trabajar en pro de la igualdad de género, para el propio beneficio de la comunidad universitaria y para que, con su ejemplo, influya en el resto de la sociedad".

Los datos del informe no dejan lugar a dudas: la desigualdad de género persiste en las universidades andaluzas. De ello son conscientes las `pesos pesados´ de la UMA, quienes auguran un giro hacia la igualdad no antes de 15 años. Así lo cree, por ejemplo, Ana María Sánchez, vicerrectora de Profesorado y pionera, ya que en 1989 fue la primera mujer en convertirse en vicedecana, en su caso, de Económicas, y ocho años más tarde, en la primera decana de la UMA. "Cuando pasen 15 ó 20 años, la situación será diferente. Espero que, al menos, lleguemos al 50% de representación femenina en los cargos de responsabilidad, que es lo suyo", explica Sánchez, quien añade que los profesores ayudantes que se incorporan a los distintos centros son, en la actualidad, más mujeres que hombres.

Por su parte, Ana Lozano, vicerrectora de Ordenación Académica, sostiene que efectivamente, el cambio generacional provocará la incorporación de más mujeres en los órganos de dirección y defiende el papel femenino, ya no sólo en el mundo universitario: "Las mujeres somos más constantes porque somos conscientes de que tenemos más cosas que demostrar", señala Lozano, quien se muestra en contra de las cuotas de género. "Apuesto por la valía de las personas, independientemente de su sexo", concluye. Mercedes Vico es la más veterana: "La clave está en saber conciliar la vida laboral y familiar y hoy es más fácil que en mi época", defiende.